La visión no nace en un lugar muy alto, donde puedas ver
todos los pueblos, a veces la visión nace en un lugar cerrado, difícil y complejo
La visión nace como aquel ejemplo de un niño con lápiz y
papel en mano, dispuesto a rellenar aquel dibujo plasmado sobre su hoja, y echa
a volar su creatividad, es entones donde el borra los limites, de pronto se
sale de las líneas del dibujo plasmado, ahí es donde se convierte en un líder.
Sigue imaginando y rompiendo límites, y de pronto la hoja de
papel no le es suficiente y pasa a trazar su dibujo en la meza en la que se
apoya, ahí este niño paso de ser un líder a un empresario.
Pero aquellas superficies le quedaron cortos para poder
plasmar su idea y nuevamente continua rompiendo límites y echando a volar la imaginación,
es entonces que la visión llega a él y piensa en grande.
De comenzar su trazado
en una hoja de papel pasó a una mesa y quiso continuar en las paredes. Ahí ese
niño fue un éxito total.
Este proceso es visionario porque se atrevió a cruzar los límites.
Por eso para poder ser visionario tenemos que romper límite
y comprender que esto tiene sus procesos.
Un visionario abraza el proceso, porque el proceso es muy
importante y es también muy importante que un visionario entienda que antes de
llegar a su visión conocerá el fracaso, no son solo victorias en el camino, son
pocas victorias y muchos fracasos que van construyendo el éxito.
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